Ashtanga Yoga (desde adentro)

(Con Fotos de Michael Huntley)








Estás pulsando tu intención de practicar... De pie y con las manos juntas en el centro del pecho conectas a través del tiempo y el espacio con el sabio Patanjali y los dedicados Maestros que mantuvieron la llama encendida...en sánscrito cantarás:



“Om...rezo a tus pies de loto; Guru supremo que enseñas tu saber; como un chamán en la jungla eres capaz de quitar el veneno de una existencia condicionada (por mi propia mente) revelando así la gran alegría del Ser real que soy... Om...”




Luego comenzarás a saludar al astro rey, loándolo con tu cuerpo y actitud, mientras sostienes a tus dos ayudantes internos, el mulabandha y el uddyana bandha. Ellos te ayudarán desde lo más sutil y energético hasta lo más concreto y físico... 


Luego de los saludos comenzaras una secuencia de posturas ordenadas de forma tan perfecta y precisa que recuerdan a una partitura de Bach en la cual todas las notas son importantes y una va llevando a la otra con fantástica armonía y belleza...

Tu mirada no estará perdida generando pensamientos, sino que mientas se desarrolla la práctica estará posándose suavemente en distintos puntos...la respiración será tu guía esencial en este viaje que va desde la periferia hacia el centro del Ser... 




El sabio Patanjali sigue guiándote desde la actitud no violenta (ahimsa) encendida con la intención y voluntad (tapas) haciendo de este tiempo de práctica un homenaje a lo Divino (Ishvara Pranidhana).



A medida que avanzas en la serie te encuentras con varios desafíos para tu cuerpo y voluntad, un símbolo de los desafíos que encontramos en lo cotidiano en nuestras relaciones con los demás o con nosotros mismos... 




Las posturas más exigentes te pedirán más concentración, la misma que necesitarás para resolver uno de los más importantes enigmas de la vida:



¿Quién soy en realidad y para que estoy aquí? ¿Que vine a hacer en esta tierra?



Así como el ave necesita su tiempo para aprender a volar, también lo necesitarás en esta disciplina...Pero luego, si observas al ave volar... ¿No ves su belleza y su gracia? ¿Su confianza en el aire invisible que la sostiene?

Su vuelo se asemeja a veces a una meditación...




Con el tiempo también podrás volar el vuelo del Ashtanga Yoga, este vuelo que te propone ser un Ser humano más consciente de su naturaleza esencial, cada día…



Germán Garro


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