Cap. 8 Implosiones y explosiones


¿Que decir o que no decir de la comida aquí en India? 
Todos los que han viajado comentan lo picante que es, y aunque uno esté preparado mentalmente; la lengua responde a la experiencia directa, no a la mental...Sudar comiendo puede pasar, sentir la boca como un horno de barro ardiente, pedir algo y que traigan otra cosa, pedir sin chilly sin picante y que igual esté súper picante, pedir cosas de la carta y ver al mozo salir a comprar lo que se pide, todo eso y más también puede pasar... Algo que sabíamos nos ayudó, el picante se corta con algo dulce...No como nunca kétchup...Aquí fue necesario para suavizar el picante de los diferentes tipos de preparación de arroz que hay....O comer cualquier cosa con Lassi (yogurt) con tal de bajar un poco esa fogata interna y poder comer!




Quisimos probar una clase de Hatha Yoga en el Ashram de Kriya Yoga en Laxman Jula (una zona de Rishikesh). 



Entrada al Ashram

Ahí eramos sólo tres estudiantes, el profesor hindú comenzó la práctica entonando tres veces el Om y luego cantó un mantra.



La cúpula blanca del Ashram, desde el otro lado de Ma Ganga

La clase empezó tranquila, pero poco a poco nos dimos cuenta de que de tranquila no tenía nada...Las posturas se mantenían mucho tiempo, unas 25 respiraciones, había movimientos dinámicos de muchas repeticiones, difíciles, y el estilo hindú Iyengariano se hizo presente con un par de palmazos bien sonoros en mi espalda, rodillazo en la columna y tironeo de brazos a posiciones en las cuales como de manantial brotaba el dolor...Ni un saludo al Sol. No hizo falta. En varios momentos nos tentamos con Julieta pero pudimos mantener la calma y dignidad que la situación requería porque el profe era súper serio...Ese día habíamos dicho de hacer una práctica tranquila porque era luna llena...



Monito esperando su oportunidad de "adquirir" algo en el Ram Xula (el puente de Rama)


Julieta, mi compañera de viaje, cuenta esta parte, cuando visitamos un lugar muy intenso...
"La cueva de Vashista.. un lugar muy especial. Este día teníamos planeado ir a un lugar que nos habían recomendado, por una de esas cosas de la vida nos equivocamos de camino, entonces decidimos ir hacia las cuevas de vashista, un lugar que habíamos visto en el mapa. 




La entrada a la cueva de Vashista

Justo llegamos y vemos que el cartel dice que de 12 a 3 estaba cerrada. es la 1 del mediodía. No sabemos que hacer y una señora que esta sentada en la puerta nos hace señas de que bajemos al ashram. Un sendero empinado nos lleva. 
Es un lugar muy tranquilo en las orillas del Ganges.. una atmósfera especial. En efecto la puertita para entrar a la cueva donde Vashista meditaba estaba cerrada. Era una minúscula entrada debajo de un paredón de la montaña. La puerta estaba adornada con los retratos de Vashista, Ramakrishna, y Swami Vivekananda. 
Nos sentamos y nos quedamos contemplando. En eso aparecen desde el rio, una familia hindu acompañados con un muchacho que iba con un llavero en la mano. Se acerca y abre la puerta de la cueva y los hace pasar. No lo podemos creer. Quedamos titubeando hasta que me animo a preguntarle si podemos pasar. Me hace señas juntando sus manos en namasté como diciendo que entre haga una reverencia y que salga. Un instante después de cruzar la entrada todo cambio, fue como entrar a otra dimensión. Caminamos a tientas por la cueva totalmente oscura, salvo por una vela que estaba en la punta, en el altar. Un silencio ensordecedor reinaba el ambiente, de esos silencios profundos que ponen la piel de gallina. La energía de ese lugar es indescriptible. No se cuanto tiempo estuvimos (seguíamos a la familia que entró, hizo la reverencia y salió), pero fue el suficiente, entramos de una forma, y salimos de otra."



Justamente volviendo de la cueva el ruido de la calle comenzó a ser insoportable... Parecía imposible tanto contraste. Como teníamos que comprar varias cosas, estuvimos largo rato expuestos a las miles de bocinas sonando, personas caminando, niños pidiendo, y llegar al hotel fue al borde de un ataque de espasmo mental, casi con desesperación... 




En mi cabeza buscaba la respuesta de como era posible tantísimo contraste...Para distraernos un poco prendemos la tele a ver que hay y aparece un concurso de música, estilo show de televisión; pero la calidad musical y la excelencia de las melodías me hicieron lagrimear...

Ahí comprendí...

Del desastre ruidoso de la calle, algunos pueden ordenar ese caos y así hacen surgir esas melodías tan intensas, profundas y celestiales...
Y entonces entendí también como es que del caos social surgen esos gigantes espirituales de tanta magnitud...Ellos fueron capaces de trascender el caos de sus propias mentes... Utilizando como trampolín el impulso del caos...




"Todos juntos" En Kolkata (Calcuta) Arriba: Vivekananda, Ganesh, una representación de la Madre Divina, Shiva (Mahadev), La madre Teresa de Calcuta. Abajo: Ramakrishna y su esposa del otro lado, Sarada Devi.


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Visita mágica y misteriosa

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