India cap. 2 Planificación



Mas allá de la historia, la motivación principal para este viaje fue; como muchos saben, una charla en un refugio de montaña.
Ahí Santina (una excelente profe de Yoga) me dijo que yo tenía que ir a Mysore a practicar Ashtanga en la escuela de Sharath (La más conocida en occidente). Yo hasta ese momento había renegado de ir a India porque me molestaba toda la movida "cool-ashtangui-oficial" pero ahí, en ese refugio, tan lejos de la multitud y tomando un mate caí en la cuenta de que Anahata; (nuestro espacio de Yoga en Bolsón) que fue creado con tanta ayuda y amor, fue empujado por la semilla de Ashtanga Yoga. Fue gracias a los talleres anuales y viajes que hice para compartir esta disciplina que tuvimos la posibilidad de ahorrar un poco como para comenzar a rodar este sueño... Entonces, en la charla con Santina, comprendí que yo tenia que ir a India y agradecer lo que Ashtanga me había brindado.




Con Santina en el cerro Lindo.

Por eso nuestro pasaje de avión fue a Bangalore, la ciudad con aeropuerto más cercana a Mysore, la escuela de Ashtanga.

Casi en simultáneo con esta conversación, en Bolsón nuestros amigos Diego y Alicia conversaban con mi esposa para armar una movida para ayudarme a solventar el gasto del viaje y así, sin que -aparentemente- hubiera conexión entre la charla del refugio y la otra, el viaje fue tomando consistencia en el plano real...


Para estudiar en la escuela de Mysore hay que anotarse tres meses antes, y nosotros sacamos los pasajes antes que eso. Otro tema es que al anotarse puede ser que uno sea rechazado porque se anotan miles de estudiantes un día a la misma hora, y Julieta y yo quedamos afuera.


Una amiga nuestra viajaría también, por lo que ella participó de la elección de algunos de los destinos del viaje, aunque no fue esta la ocasión para que ella pueda concretar el viaje.
Así quedaron marcados tres puntos a los cuales iríamos, Goa, Rishikesh y Dakshineswar. Estos puntos forman un triángulo. 


Bangalore, al sur. Goa hacia el oeste, al Norte Rishikesh. Dakshineswar al Este.

Cuando Susana me encargó colocar tres piedras con una intención cada una, inmediatamente supe que cada piedra era para uno de esos lugares. En realidad, las piedras a India iban a viajar con otra persona, pero ese viaje se truncó. Por eso, un día antes de salir me avisaron de que esa misión de enterrar las piedras consagradas me tocaba a mi...

Susana Nagami es una terapeuta, sanadora, acupunturista, visionaria, un ser humano excepcional. Ella atendió y ayudó a toda la familia. En una ocasión participé de una ceremonia de sanación muy importante, gracias a su invitación. Antes de encargarme llevar esas piedras a India, ella llevó ciertos activadores para generar Paz a 80 templos de Japón. Más allá de creer o no en el resultado que se pueda obtener de esto; ¿No es ya un milagro que una persona haga ese amoroso trabajo? Toda intención, aún la más pequeña, influye en el campo cuántico, en este océano de energía en el cual vivimos todos...




Susana Nagami en Japón, 2016

Así que ahí emprendimos nuestro viaje, sabiendo por un lado que íbamos hacia un lugar en el cual cualquier cosa podía llegar a pasar, y más allá de esa planificación; dejamos espacios abiertos para que fluya el viaje hacia donde el destino nos llevara...Pero hay algo que se nos escapó...Y es que en India no es posible hacer ninguna planificación...
Cualquier cosa que en occidente se podría considerar completamente delirante, en India podría ser normal; como por ejemplo un colectivo decorado al estilo hindú: 
"Our lady of Vailankanni" dice arriba (Nuestra señora de Vailankanni) mientras que a la vez se deleita con Jesús más abajo...




Goa, 2017.


Se dice que la mismísima virgen María con el niño Jesús se le aparecieron a un niño en el pueblo de Velankanni. Hay una basílica en el sitio conmemorando el evento, en la cual está la única estatua de María vistiendo un Sari Hindú.

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Capitulo 3 llegada y tercer día en India

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