18) Error
y dirección
El muchacho estaba apesadumbrado; decía que había tenido una
mala semana; plagada de sucesos en los cuales él se había equivocado y se sentía
triste por los errores cometidos...
Li Wonk preguntó:
-¿Estás triste por la estela de tristeza dejada por tus errores o porque tu ego (que odia equivocarse) salió al descubierto?
Por largo rato el muchacho reflexionó acerca de esta pregunta; y luego dijo:
-En principio creo que mi ego se sintió muy molesto por haber cometido los errores; y luego ese enojo se transformó en tristeza; y...
Li Wonk lo interrumpió:
-Debo decirte que esa tristeza se llama autocompasión y no sirve casi para nada; a menos que la utilices como combustible para salir Adelante...Disculpa la interrupción y continúa...
-Bueno… Lo otro, esa tristeza por las consecuencias del error; también me duele... ¿Eso está mal?
-Deja que esa tristeza se transforme en compasión, autentica compasión que te permita proyectar ese noble sentir hacia adentro (tú mismo) y hacia afuera (los demás).
Cuando perfeccionamos esta compasión nos volvemos tolerantes; porque observamos que nosotros también estamos casi continuamente cometiendo errores; los mismos que cometen los otros, entonces; ¿Cómo podemos exigir que los demás estén exentos del error?
Li Wonk preguntó:
-¿Estás triste por la estela de tristeza dejada por tus errores o porque tu ego (que odia equivocarse) salió al descubierto?
Por largo rato el muchacho reflexionó acerca de esta pregunta; y luego dijo:
-En principio creo que mi ego se sintió muy molesto por haber cometido los errores; y luego ese enojo se transformó en tristeza; y...
Li Wonk lo interrumpió:
-Debo decirte que esa tristeza se llama autocompasión y no sirve casi para nada; a menos que la utilices como combustible para salir Adelante...Disculpa la interrupción y continúa...
-Bueno… Lo otro, esa tristeza por las consecuencias del error; también me duele... ¿Eso está mal?
-Deja que esa tristeza se transforme en compasión, autentica compasión que te permita proyectar ese noble sentir hacia adentro (tú mismo) y hacia afuera (los demás).
Cuando perfeccionamos esta compasión nos volvemos tolerantes; porque observamos que nosotros también estamos casi continuamente cometiendo errores; los mismos que cometen los otros, entonces; ¿Cómo podemos exigir que los demás estén exentos del error?
El muchacho siguió quejándose:
-Pero hace tiempo que estoy tratando de mejorar, y no veo
que esté haciendo mucho, y además…
Li Wonk lo interrumpió nuevamente:
-Trae por favor dos cañas rectas y largas-dijo
El muchacho lo miró con sorpresa
-Pero…
-Sólo hazlo-dijo Li Wonk-Quiero mostrarte algo.
Luego de un momento apareció el muchacho con las dos cañas.
Li Wonk las colocó en el piso una al lado de la otra,
paralelas, sin dejar espacio entre ellas.
Dijo:
-Así es tu vida si no haces cambios, siempre hacia una
dirección, el mismo destino desde el comienzo hasta el final. Pero dices que
estás haciendo cambios, entonces observa esto:
Li Wonk dejó una caña quieta, pero colocó a la otra formando
un ángulo con respecto a la primera, con un punto de unión entre las dos cañas.
-Observa-dijo Li Wonk- El punto de unión entre las dos cañas
representa el momento en el cual decides cambiar el rumbo hacia algo positivo
en tu vida. Fíjate que al principio las cañas están muy juntas, pero si vas
adonde terminan las cañas, ahora hay mucha separación entre ellas. O sea - como
dicen los sabios - debes confiar, si estás cambiando, tal vez no notes ahora la
diferencia entre el antiguo camino y el nuevo, pero con el paso del tiempo
estarás muy lejos de adonde te llevaría tu antiguo camino…Confía...
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