Relato 25 Ardiendo en Llamas



El muchacho estaba preocupado...según sus palabras estaba "literalmente ardiendo en llamas" con su energía sexual, decía que era algo que no podía controlar, estaba apesadumbrado...

Li Wonk le dijo:

-Primero, cálmate...siéntate y respira profundo varias veces...trata de aislar lo que te pasa de lo que eres...te están pasando cosas, pero tú eres aquel a quien le pasan las cosas, no las cosas que te pasan...esta gran verdad me la ha enseñado una mujer muy sabia...busca en tranquilidad reposar en el eje del ser...

Luego de un rato, percibiendo que el muchacho se había calmado un poco, Li Wonk continuó:

-Es probable que hayas llegado a esta situación por dos razones: o bien en una existencia previa le has dado demasiada importancia o energía a la sexualidad; o bien en esta misma vida lo has hecho; y tampoco deberíamos descartar que puedan ser ambas cosas a la vez…Sin embargo, medita en esto: ¿Cuándo se ha despertado la sexualidad en ti?

El muchacho dijo:

-Creo que fue a los 14 años...

Li Wonk dijo:
-Si pudiste vivir 14 años sin sexualidad, ¿Por qué te es tan difícil hacerlo ahora? ¿Es que en tu vida de niño no había gozo igualmente?

El muchacho protesto:
-¡No es lo mismo!

Li Wonk dijo
-Es una cuestión de energía. El punto es ¿Cuanta energía le das a la sexualidad? Esa energía le da vida, y como toda vida buscara supervivencia...De niño los objetos que anhelabas atraían mucho tu atención, porque ellos te daban un cierto gozo…Luego conociste la sexualidad, y ella te aportó un gozo mayor, orgánico y corporal. Entonces, tus juguetes de niño dejaron de atraer tu atención y tu energía. Cuando desarrolles la profunda meditación, esta te traerá un gozo aún mayor que el corporal, porque es un gozo espiritual, y entonces tu atención y tu energía irán de a poco dejando la sexualidad…

Como Li Wonk vio que el muchacho seguía un poco abatido le dijo:

-No te preocupes tanto… Si meditas profundo y en forma regular; será un proceso natural…


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