El muchacho llegó un día con un amigo amante de la psiquis humana…
Pronto comenzaron a entablar una
conversación con Li Wonk, pero se percibía que era notorio que el amigo del
muchacho intentaba demostrar la superioridad de sus creencias, entonces de
repente Li Wonk interrumpió la conversación y dijo:
-Vamos a poner las cosas en claro: tú tienes un paradigma para ver la
realidad y yo tengo otro. Tu paradigma se apoya en la psiquis y tus estudios
sobre la psiquis, el mío se apoya en lo espiritual y en mi estudio espiritual.
Yo no intentaré de ninguna manera de convencerte de que mi paradigma es
superior al tuyo, pero veo que tú quieres convencerme a mí de que tu paradigma
es superior al mío. De esta forma, la conversación no tiene ningún sentido.
¿Por qué quieres hacer esto?
El amigo del muchacho se enojó, levantando la voz:
-¿Qué dice? Yo no intento hacer nada.
-Bien-dijo Li Wonk- Tal vez sea un error de mi percepción, te pido
disculpas.
El muchacho y su amigo se fueron, ante la incómoda situación. El amigo
le dijo:
-Ya ves, tú quieres aprender de ese hombre, pero te digo que está loco,
no sabe nada.
El muchacho quedó en silencio ante lo evidente que era la real situación
que Li Wonk había planteado, pero no le dijo nada a su amigo…
Luego de un rato el muchacho volvió, y observó a Li Wonk que estaba en
silencio contemplando el reflejo del sol en las aguas del río, algo que hacía a
menudo…Se sentó cerca y quedaron un tiempo en silencio…
De repente Li Wonk dijo:
-Qué paradoja…La mejor comunicación que muchas veces tenemos con los
demás es en perfecto silencio…
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