Salto atrás y salto adelante (Ashtanga Yoga)

Salto adelante y salto atrás: llaves a la práctica y al inconsciente.
Por Julieta Garro con Mar Llaó.

Debo confesar que al principio me parecía bastante denso estar todo el tiempo haciendo estos pasajes entre cada postura. Solo podía pensar “otra vez??” y “Para qué?”. Años después estoy indagando en la profundidad de estos enlaces y lo que generan no solo físicamente sino también energética y emocionalmente.

Estos pasajes, también conocidos como medio saludo, o jump back y jump through, en inglés, nos hacen movilizar la energía del centro. Durante toda la práctica de asanas se busca ajustar los bandhas, este ajuste muchas veces no puede sostenerse toda la práctica, se pierde por momentos, y lo traemos de vuelta cuando nos concentramos. Sin embargo, al hacer estos pasajes entre posturas sin tocar el suelo, los bandhas se ajustan automáticamente, ya que sin ellos no podemos sostener el movimiento.

Al hacerlos correctamente (moviéndote desde el centro y bandhas) se sacude todo el centro visceral y se pueden sentir sensaciones muy fuertes. Luego de una práctica, charlando de esto con Mar Llaó, quien empezó a hacer un trabajo muy intenso con los pasajes y los bandhas, me comentó su percepción de la experiencia, la cual me parece muy profunda e importante compartirla:

“Se sabe de manera probada que el ajuste de Uddiyanha Bandha es beneficioso para la salud digestiva, estimula y descongestiona hígado, páncreas e intestinos.

Si prestamos atención, no sostener el ajuste durante la práctica de Ashtanga nos hace perder más rápido la energía y la concentración necesarias para la misma. Es decir, es un ajuste necesario para una práctica provechosa pero… ¡como cuesta! Actualmente estoy poniendo mi atención e investigando un poco más sobre este ajuste. Lo hago a partir de la práctica pero también de la información existente sobre los órganos que están a la altura de ese Bandha.

Por ejemplo, los intestinos son, coincidentemente para varias corrientes de medicina alternativa oriental y occidental, nuestro “segundo cerebro”; allí producimos muchas hormonas vinculadas con nuestra salud emocional. Esta es una de las tantas razones por las que se recomienda intentar tener “una digestión sana”, lo cual depende no solo de los alimentos sino también de todo lo que “nos tragamos”.

En general, tragamos más de lo que podemos procesar, por eso se dice que en los intestinos también reside el poder de la asimilación, el poder de hacer consciente lo insconsciente. El estado de nuestro Bandha a la altura del intestino, entonces, nos enseña mucho sobre nuestra capacidad de asimilación y la práctica de su ajuste es un desafío a limpiarnos también de aquello que está sin asimilarse, sin ser digerido. Es una oportunidad de limpieza y procesamiento de una carga oculta, un banco o reservorio de material estancado.

Es común entonces, al momento de movilizar esto, que aparezcan molestias en la práctica e inclusive que esto tienda a ser insoportable, ya que necesariamente se pone a flote sensaciones que a veces distan de ser agradables, pero que en definitiva son sensaciones que ya estaban allí guardadas y que es importante trascenderlas para poder efectuar una verdadera limpieza”.

Como sabemos la primera serie de ashtanga se llama YOGA chikitsa, que significa yoga terapéutico. Esta terapia sucede en primer lugar en el cuerpo, en un plano más físico y va hilando cada vez más fino hasta lugares hondos de la psiquis, pareciera que llegamos a un punto de terapia si se quiere más sutil. Que no es tangible, pero si perceptible. Es por esto que creo que es de vital importancia trabajar sobre estos pasajes, esto no solo “destraba” muchas posturas sino que abre una puerta hacia el inconsciente, y despiertan una energía interna muy poderosa.


 



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